¿Tienes dolor de más de 6 meses de evolución?
Puedo ayudarte
SESIONES INDIVIDUALES
¿Vives con DOLOR PERSISTENTE y ya tienes un diagnóstico médico? No estás solo/a.
Te acompaño en tu proceso de recuperación con un abordaje personalizado centrado en ti, adaptado a tu edad, ritmo y necesidades. Sin fármacos y sin rutinas agotadoras.
La vida sin dolor constante y con un propósito que te llene de ilusión, no es un sueño, es una decisión.
¡Aprovecha tu primera consulta gratuita, cuéntame tu caso y da el primer paso hacia la recuperación de tu salud! ¡Estoy aquí para ayudarte!
SESIONES GRUPALES
Apagar el dolor persistente no tiene por qué ser un camino solitario. En las sesiones grupales encontrarás un espacio donde compartir y avanzar junto a personas que comprenden tu proceso.
Las relaciones sociales y el movimiento desde el disfrute favorecen la recuperación: el cuerpo sana mejor cuando se siente acompañado y libre para moverse sin miedo.
Descubrirás cómo comprender tu dolor, manejar el estrés y recuperar la confianza en el movimiento de tu cuerpo.
Aprovecha tu primera consulta gratuita y da el primer paso hacia tu bienestar.
La vivencia del dolor es única para cada persona
Cuando aparece un problema de salud, Toda la integridad de la persona queda afectada. No solo duele el cuerpo. También se involucran el ánimo, las relaciones, la energía y la forma en que vivimos cada día.
Por eso para apagar el dolor hay que mirar a la persona completa: cuerpo, mente, emociones y espíritu.
Te ofrezco una atención personalizada y cercana, donde cada persona es escuchada, comprendida y acompañada con respeto.
Toda la atención está puesta en ti, no solo en tus síntomas, para ayudarte a recuperar tu bienestar y calidad de vida.
Lee las opiniones de nuestros pacientes
“Como una oruga que de repente ha abierto las alas, me siento así. Ahora mismo cierro los ojos y soy una mariposa con tropecientos mil colores, por ahí disfrutando de la vida. Me habéis dado la vida, es como un renacer.”
“La coherencia cardiaca me ha ayudado muchísimo, sobre todo a dormir, porque mi sueño era muy malo. El acostarme más tranquila, el respirar, el relajarme me ayuda. He sido capaz de dormirme y el sueño ha sido reparador, a nivel corporal mi cuerpo ha descansado. No es lo mismo que ir arrastrándolo todo el día. Cuando no dormía bien, pero luego tenía que tirar con lo mismo del día anterior, mal iba. Y a la noche siguiente lo mismo, al final era un círculo un poco vicioso”.
“Necesitamos que nos enseñen. Yo tengo 50 años y no me importa aprender lo que sea, pero necesito que me enseñen a cómo gestionar esto. Hemos visto que nos habéis tendido una cuerda, y ahí nos hemos agarrado, aunque estemos sudando las manos con sangre, ahí nos hemos agarrado. Pero si no nos tiran ninguna cuerda, ¿qué vamos a hacer?, ¿dónde vamos?”